jueves, 9 de junio de 2011

El humo de las penas

Me desperté y bastó ver el cenicero para recordar la noche anterior...
Que patético resulta ver, que en una noche, donde abunda la nostalgia y soledad, la única compañía fueron los cigarrillos de mi%$d@...

-citando una canción de por ahí- el cenicero lleno y el paquete vacío.



Esos nervios que me consumen, esas ganas de darle a "alguien" la cabeza contra la pared; los ojos llenos de lágrimas, la boca llena de reproches. Y otra vez, una vez más, el cenicero lleno y nada más... 

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